"La creación de Adán" (1511), por Miguel Ángel.
El arte es mi única esposa: a él estoy unido por lazos mucho más fuertes de lo que yo quisiera: él ha sido la pasión y el tormento de mi vida. Mis hijos son las obras que legaré a la posteridad porque, aunque no valgan demasiado, me sobrevivirán. ¿Qué hubiera sido de Lorenzo di Bartoluccio Ghiberti si no hubiera cincelado las puertas de San Giovanni? Sus hijos y nietos se han desprendido de cuanto él les dejó. Sólo las puertas permanecen. [...]
El dibujo, denominado también esbozo, es la quintaesencia de la pintura, de la escultura y de la arquitectura. Es la raíz de todo arte y de toda ciencia, y quien lo domina goza de un poder incalculable: el poder de crear formas más grandiosas que cualquier torre de este mundo; el poder de representarlas por medio de colores o de cincelarlas en piedra. Cualquier muro o pared resultarían unos límites demasiado estrechos para desarrollarlo. El artista que lo posea podrá pintar frescos al antiguo modo de los italianos y utilizar cuantas mezclas y tonalidades de color precise; sabrá pintar al óleo con un conocimiento, una audacia y una perseverancia mayores que las que poseen muchos de los artistas, y finalmente, quien domine este arte, hará de un pequeño trozo de pergamino algo tan sublime y perfecto como cualquier otra creación artística. [...]
Es comprensible y acorde con las leyes del arte reflejar lo monstruoso en un cuadro para recrear los sentidos con la diversidad, es decir, para hacerlo más atrayente a los ojos de los mortales, porque muchas veces las personas desean ver lo que no ven en la naturaleza, pero que no por esto es más absurdo que la copia fiel de personas y animales. Por este insaciable anhelo humano de novedad y diversidad las personas han preferido a veces, antes que un sencillo edificio con columnas, puertas y ventanas, otro con irreales grutescos, con columnas en forma de niños que ascienden de cálices de flores; con portadas con adornos vegetales. Todo esto que parece irreal y carente de sentido es fantástico y maravilloso cuando lo ha creado alguien que lo comprende. MIGUEL ÁNGEL (s. XVI) citado por Francisco de Holanda y recogido en KOCH, H. (1984): Miguel Ángel.
Infografías de David y Capilla Sixtina
Pero el que entre vivos y muertos se lleva la palma y transciende y ofusca a todos los demás es Miguel Ángel Buonarroti, que posee no sólo el principado de cada una de estas artes, sino de las tres juntas. [...] Y todos los que le reprochan el no cultivar las amistades, debido a su fantasía o extrañeza, tienen que perdonarlo, porque realmente se puede decir que quien quiere alcanzar enteramente la perfección en este oficio está obligado a huir de ellas, porque la virtud requiere pensamiento, soledad y comodidad, y no errar con la mente y desviarse en las relaciones sociales.[...]
Cuando un amigo le preguntó su opinión acerca de otro que había copiado en mármol figuras
antiguas de las más célebres, presumiendo el imitador de haber superado en mucho a los antiguos, respondió: "Quien va detrás de otros, nunca los adelanta".
[...] Mientras la estaba abovedando algunos amigos le dijeron: "Miguel Ángel, tendrás que hacer tu linterna muy distinta de la de Brunelleschi", a lo que les respondió: "Se puede hacer distinta, pero no mejorar". VASARI, G. (1550): Las vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos.
Hago constar que yo, Miguel Ángel, el escultor florentino, me he comprometido [por contrato] a esculpir en mármol la tumba del papa Julio II, por encargo del cardenal Aginensis y el datarius, los cuales supervisarán la obra tras su muerte como ejecutores que son de sus últimas voluntades. El precio estipulado es de 16.500 ducados de oro, y la obra será construida con arreglo al siguiente proyecto. Un edificio del que se verán tres fachadas, la cuarta adosada a una pared. La fachada anterior, es decir la frontal, medirá 35 palmos de ancho y 14 de altura; las otras dos tendrán las mismas medidas. En cada una de las tres fachadas habrá dos tabernáculos que descansarán sobre una base que ceñirá el edificio alrededor. Su ornamentación arquitectónica consistirá en pilastras, arquitrabe, friso y cornisa, tal como se detalla en la maqueta de madera a escala reducida.
En cada una de las seis hornacinas habrá dos estatuas que medirán aproximadamente un palmo más que su tamaño natural, en total, doce figuras. Ante cada una de las pilastras que circundarán el monumento, se colocará una escultura de la misma altura. Son doce pilastras, y por tanto, también doce figuras. Sobre la superficie del monumento se asentará, como se ve en la maqueta, un sarcófago con cuatro pies sobre cuya tapa reposará el papa Julio, con dos relieves flanqueando su cabeza y sus pies, lo que hace un total de cinco figuras sobre la tapa del sarcófago, todas de mayor tamaño que el natural, incluso casi el doble. Rodeando el sarcófago habrá seis esculturas sedentes, apoyadas sobre sus correspondientes basas. En esta misma superficie, y en la cara lateral de la tumba adosada a la pared se levantará una pequeña capilla de aproximadamente 35 palmos de altura, con cinco estatuas sobre ella de mayores dimensiones que las demás porque así lo exige la mayor distancia del espectador. Además se incluirán tres relieves de mármol o bronce, al gusto de los albaceas arriba citados, en cada fachada de la tumba y entre las dos hornacinas, como puede verse en la maqueta. Por el salario arriba consignado, yo me comprometo a terminar a mi costa la tumba, siempre que la concluya en el plazo de seis años, tal como estipula el contrato; si al término de ese plazo no estuviere terminada al menos una parte de la tumba citada, los albaceas me concederán todo el tiempo que precise para concluirla por completo, sin que puede dedicarme a ningún otro trabajo. MIGUEL ÁNGEL recogido en KOCH, H. (1984): Miguel Ángel.
[Clemente VII] Sabes que los papas no viven demasiado. Ya sólo anhelamos contemplar la capilla donde reposarán nuestros restos, o al menos saber que ha sido concluida. Nos preocupa también la biblioteca [Laurenciana]. Por ello te encarecemos que te dediques a ambas tareas. Sabemos ser pacientes, y pedimos a Dios que te dé fuerzas. No te dejes carcomer por la duda, y date prisa. Mientras vivamos no te faltará trabajo ni dinero. Recibe la bendición de Dios juntamente con la nuestra. CLEMENTE VII recogido en KOCH, H. (1984): Miguel Ángel.
Miguel Ángel, una superestrella
No se puede negar que Bramante fuese tan valioso en arquitectura como cualquier otro que haya existido desde los antiguos hasta hoy. Él estableció la primera planta de San Pedro [del Vaticano], no llena de confusiones sino clara y sencilla, luminosa y aislada de su entorno, de modo que no perjudicaba cosa alguna del Palacio; y fue considerada una bella obra, como es aún manifiesto; de modo que, quienquiera que se ha apartado de esta disposición de Bramante, como ha hecho el Sangallo [el Joven], se ha apartado de la verdad; y que es así, quien mira con ojos desapasionados puede verlo en su modelo. Aquél, con el semicírculo que añade al exterior, en primer lugar quita todas las luces a la planta de Bramante; y no sólo esto, sino que tampoco por sí misma tiene luz alguna, y sí muchos escondrijos entre arriba y abajo, oscuros, que facilitan mucho una infinidad de fechorías, como ocultar a prófugos, hacer moneda falsa, preñar a monjas y otras fechorías, de modo que al anochecer, cuando esta iglesia se fuera a cerrar, se necesitarían veinticinco hombres para buscar a quienes quedasen ocultos dentro, y tendrían trabajo a encontrarlos. MIGUEL ÁNGEL (1546): Carta a Bartolomeo Ferrantino.
Ha de saberse que, en 1561 o 1562, Pío IV, queriendo legar una hermosa calle, que junto con la puerta de la ciudad llevara su nombre, abrió, o mejor dicho, remodeló y niveló la magnífica strada Pía, en el lugar donde antes había habido una antigua calle, llena de curvas e irregular, de la cual aún aparecen algunos restos en las puertas de algunas villas o jardines […]. El papa pensaba comenzar esta calle en la portada del Palacio de San Marcos ya que estaba habituado a ir allí todos los veranos; desde ese lugar, describiendo una curva subiría hasta la colina del Quirinal, continuando a través de la Puerta Pía, hasta el puente sobre la Nomentana. Se comenzó así, pero como la porción entre San Marcos y el Quirinal no tenía mucho uso, y además en esa época aun no se había abierto el paso, por las dificultades de la subida, que era muy empinada y accidentada, las obras no progresaron casi nada. Asimismo, ciertas personas estaban muy indignadas por los daños considerables que la apertura de la calle había causado en sus casas y propiedades. Por lo tanto, comenzó la calle, partiendo desde los Caballos de Tiridates, ensanchándola y nivelándola hasta la Puerta Pía, un gran trecho de más de una milla; desde ese punto, la vía continúa en línea recta aunque irregular a trozos, nivelándola en ciertos lugares y continuándola hasta la iglesia de Santa Agnese. Como esta calle se encontraba en un lugar muy agradable y disfrutaba del aire más perfecto y saludable de entre todas las partes de la ciudad de Roma, aquí se encuentran los más bellos jardines y lugares de recreo de los ciudadanos más distinguidos. FERRUCCI, P. (s.XVI) recogido en GARRIGA, J. (1983): Fuentes y documentos para la Historia del Arte.
Miguel Ángel y selección de obras por M. J. Gómez Redondo; Wikipedia, Olga´s Gallery, Gallery of art, Ciudad de la pintura, Historia-arte.com, ClasesHistoria y Google Art Project.
Visita virtual en 3D de la Capilla Sixtina por Museos Vaticanos y explicación de Wikipedia.
Audiovisuales "Miguel Ángel: el espíritu de la transgresión" de Genios de la pintura; "David" de La vida privada de una obra maestra; "Michelangelo revealed"; "La capilla sixtina"; "Michelangelo Buonarroti"; "El lado oscuro de MA"; "La creación del hombre" fragmento de El tormento y el éxtasis; y "MA: el artista totalMA: el artista total" por AcademiaPlay.
Podcast "Miguel Ángel Buonarroti" y "Leonardo da Vinci vs Michelangelo Buonarroti" por Pasajes de la Historia de J.A. Cebrián ; y audiodocumental "Miguel Ángel".
Cine: El tormento y el éxtasis (1965).
FUENTES: Artelista, El País, Zaveka Infografía, Arte y Dibujo, C. Bages, ClasesHistoria