Actualizado a 21 de noviembre de 2024

Pinturas rupestres de Peña Mingubela (Ávila)


El proyecto “Pinturas de Peña Mingubela” es una investigación multidisciplinar que se centra en el estudio de unas pinturas rupestres situadas en el municipio de Ojos Albos (Ávila, España) y con el que un grupo de alumnos y profesores de Secundaria pretenden participar en el concurso “Descubre los nueve secretos” de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León. El presente espacio, por tanto, forma parte de la estrategia de divulgación que hemos propuesto en el proyecto, y se centra en la promoción y difusión del yacimiento a través de las nuevas tecnologías e Internet. Debido a las condicionamientos del concurso hemos considerado conveniente revelar solo una muestra del trabajo, pero nos comprometemos que tras el fallo del jurado, reelaboraremos este espacio publicando íntegramente el proyecto, continuando así con nuestra vocación de divulgación libre de conocimientos. [Este proyecto ha sido galardonado con el 2º premio de dicho concurso.]

 
Folleto informativo provisional del centro de interpretación

El yacimiento se encuentra en el término de Ojos Albos (Ávila) y para acceder a él se debe seguir un camino de tierra en dirección sur unos 2,2 Km. hasta las inmediaciones del arroyo Valdeáguila. El abrigo se halla en un espolón rocoso de cuarcitas micáceas con una ligera orientación nordeste, a 1.290 m. de altitud sobre el nivel del mar, y a unos 15 m. sobre el Arroyo Valdeáguilas. En varios puntos de su orografía se han encontrado pinturas pero son las ubicadas en  la ladera norte del denominado Cerro de la Cabra, de la Mora, o Peña Mingubela las mejor conservadas [véase Mapa].
Las pinturas fueron descubiertas en 1974 por Ángel Sánchez de la Cruz quien lo comunicó a Álvaro Bobadilla quién difundió el hallazgo. Posteriormente, el profesor F. J. Gonzalez-Tablas Sastre ha sido quien ha realizado prácticamente el único estudio pormenorizado de las mismas.


El yacimiento consta de 31 representaciones pintadas en tonos rojizos aplicadas en tintas planas con trazo grueso, en las tres primeras fases y fino en la cuarta. La evolución estilística de las fases comprendería, siempre según el profesor González-Tablas, desde el Bronce Final hasta la Edad Media. La Fase I se caracteriza por reflejar representaciones típicas del arte esquemático del Bronce Final; la fase II por la presencia de antropomorfos con rasgos realistas, que se asociaría al horizonte cultural del Hierro I; la aparición de orantes y la ausencia de superposiciones situaría la fase III en un momento no concreto del Hierro II, mientras que la fase IV, con trazos más fino, conduce a un horizonte medieval.


Bibliografía básica sobre las pinturas:
GONZÁLEZ-TABLAS SASTRE, F. J. (1980): Las pinturas rupestres de Peña Mingubela (Ávila), Zephyrus. Revista de Prehistoria y Arqueología, nº 30, Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, pp. 43-62.
CORCHÓN, S. et al. (1988-89): El arte rupestre prehistórico en la región Castellano-leonesa (España), Zephyrus. Revista de Prehistoria y Arqueología, nº 41-42, Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, pp. 7-18.
GRIMAL, A. (1999): Cuestiones en torno a la investigación del arte rupestre postpaleolítico, Bolskan. Revista de arqueología, nº 16, Instituto de Estudios Altoaragoneses, Huesca, pp. 177-192.