Actualizado a 21 de noviembre de 2024

Alejandro Magno


Filipo fue rey de los macedonios durante veinticuatro años, y aunque dispuso de pocos recursos convirtió a su reino en la mayor potencia de Europa, y esto a pesar de que se hizo cargo de un país avasallado por los ilirios [...] Merced a su decisión consiguió el mando de Grecia de manos de ciudades que reconocían gustosamente su primacía. Venció a quienes violaron el santuario de Delfos [...] Después de someter a los ilirios, peones, tracios, escitas y demás pueblos limítrofes afrontó la tarea de disolución del Imperio persa. Cuando a la cabeza de un ejército se disponía a liberar a las ciudades griegas de Asia fue sorprendido por el límite del destino. Dejó un poderío de tal magnitud que su hijo Alejandro no tuvo necesidad de recurrir a sus socios para destrozar la hegemonía persa. Estas realizaciones no fueron producto de la suerte, sino de sus propias virtudes, ya que el rey Filipo destacó por su ingenio militar, por su valor y por la esplendidez de su carácter. DIODORO DE SICILIA, Biblioteca Histórica, XVI, 1, 1-6.

Mapa expansión a de Alejandro  e Itinerario Interactivo por Interclassica

[Alejandro] Fue el hombre de más bello cuerpo, más amante del esfuerzo y de mente más aguda, el más valeroso y amante de la gloria y de los peligros, así como el más piadoso con los dioses. El de mayor templanza con los placeres del cuerpo y, respecto a los placeres del espíritu, jamás se saciaba su afán de gloria. El más capaz de comprender lo necesario en medio de la mayor oscuridad y el más feliz en conjeturar lo verosímil cuando todo era meridianamente claro. Era también el más experto en organizar, equipar y ordenar un ejército. Como nadie sabía levantar el ánimo de sus soldados y colmarlos de buenas esperanzas, así como eliminar la sensación de miedo en los peligros por su propio desconocimiento de lo que es el miedo; el más noble hombre en todos los asuntos. Cualquier cosa que hubiera que hacer en situaciones difíciles, él lo realizaba con el mayor arrojo; y cuando había que arrebatar algo, adelantándose al enemigo, era el más capaz en anticiparse, antes de que nadie temiera que esto fuera a ocurrirle. De total fiabilidad en guardar lo pactado y convenido, el más astuto en no caer en las trampas de los embaucadores; económico al máximo con el dinero invertido en su propio placer, y muy generoso en beneficiar a los demás (…) Cualquiera que hable mal de Alejandro, que lo haga contando no sólo las cosas censurables que Alejandro hizo, sino que junte todo lo que Alejandro llevó a cabo, y vea así el conjunto. Que considere ese tal quién es él mismo y cuál es su suerte, y, frente a eso, que calcule quién llegó a ser Alejandro y hasta qué grado de humana felicidad llegó, convertido en soberano indiscutible de ambos continentes y que alcanzó a expandir su fama a todas partes. Que hable mal ese tal de Alejandro, él que será un personajillo insignificante que se ocupa en pequeñeces y es incapaz incluso de poner orden en ellas. A mi parecer no hay pueblo, ni ciudad actual, ni un solo hombre a quien no haya alcanzado la fama de Alejandro. Es más, creo que un hombre así, sin par en el humano linaje, no ha podido nacer sin alguna intervención divina. ARRIANO: Anábasis, VII, 28-30.

Alejandro Magno

Así también seguía asimilándose todavía más a las gentes del país en sus hábitos de vida, al tiempo que introducía a aquéllos en las costumbres macedonias, pues consideraba que con la mezcla y unión de ambos pueblos, logradas más por vías pacíficas que por la violencia, sus intereses quedarían firmemente establecidos, ahora que partía para tan largo viaje [de Babilonia al Indo] Ésta es también la razón de que escogiera treinta mil niños y mandara enseñarles griego y darles educación militar macedonia, poniendo a muchos instructores a cargo de ellos. En lo que se refiere a Roxana, cuya belleza y lozanía había visto en un coro mientras bebía después de cenar, obró por amor, y, al tiempo, le parecía que el matrimonio con ella encajaba bien con los planes trazados. Los bárbaros, en efecto, ganaron confianza por la unión de este matrimonio, y el afecto que sentían por Alejandro llegó a ser extraordinario, porque, tras haber sido la persona de más templanza en los asuntos amorosos, ni siquiera entonces se atrevió a tocar a la única mujer de la que había quedado prendado, antes de contraer nupcias legales. PLUTARCO: Alejandro, 47, 5.


Mapas de las batallas de Gránico, Issos, Gaugamela y del Hidaspes

Ambos ejércitos quedaron así situados uno frente al otro [Batalla de Gaugamela]; se podía ver al propio Darío con su escolta, a los persas meloforos, indios, albanos, a los llamados carios “transplantados” y a los arqueros mardos, frente por frente a Alejandro y al escuadrón real. Alejandro desplazó su ejército un poco hacia su derecha, movimiento que fue contrarrestado por los Persas, que hicieron otro tanto al lado opuesto para desbordar la falange. La caballería escita cabalgó bordeando la primera línea de Alejandro, hasta entrar en contacto con ellos, mientras Alejandro continuaba aún su marcha hacia la derecha, a punto casi de salirse del espacio que los persas habían aplanado con vistas al combate. Ante ese avance, Darío temió que los macedonios ocuparan la altiplanicie, con lo que sus carros quedarían sin poder entrar en combate, y para evitar esto, ordenó a sus tropas de primera fila del flanco izquierdo que cabalgaran y rodearan el flanco derecho de Alejandro, a fin de impedir que éste ampliara este flanco aún más […] Los Persas se abrieron camino por entre las filas de Alejandro y huyeron a todo correr, por lo que Alejandro estuvo ahora a punto de entrar en contacto con el flanco derecho enemigo. Fue entonces cuando la caballería tesalia luchó tan brillantemente que en nada fueron inferiores a Alejandro en la batalla, de suerte que el flanco derecho de los bárbaros ya huía cuando Alejandro entró en contacto con ellos. A la vista de esto, se dio la vuelta y se decidió a perseguir a Darío, haciéndolo mientras duró la luz del día. Por su parte, los hombres de Parmenión continuaron también la persecución. Una vez que Alejandro atravesó el río Lico, acampó su ejército allí a fin de que sus hombres y animales recuperaran fuerzas […] Así acabó esta batalla, siendo arconte en Atenas Aristófanes, durante el mes de Pianepsio [1 de octubre]. Cumplíose así la profecía de Aristandro de que Alejandro presentaría batalla y obtendría la victoria en el mes del eclipse de la luna. ARRIANO: Anábasis, III, 13-16.


Alejandro Magno de EL CANTO DE ORFEO

Alejandro Magno por Wikipedia, National GeographicAnMal y ArteHistoria.
CEDILLO, G. (2011): La logística de AM.
Exposición "Alejandro Magno: encuentro con Oriente".
Glosario de conceptos de la Unidad 02 de Cultura Clásica.
Audiovisuales "Alejandro Magno: el hombre y el mito"; "La verdadera historia de AM" en partes 1, 2 y 3; "El camino hacia el poder" y "Hasta el fin del mundo" de la serie Alejandro Magno; "AM y la catapulta"; "Alejandro y su historia" (alternativo), "El ejército de AM", "Alejandro y Bucéfalo" (alternativo), "Discurso en Gaugamela" (alternativoy "AM vs Iván el terrible".
Podcast "AM" de Pasajes de la Historia; "AM versión ómnibus" de La Tortulia; "Alejandro, el conquistador del Mundo" y "AM, la batalla de Issos y el asedio de Tiro"de La Biblioteca Perdida; "AM y Afganistán" de Histocast
PRÁCTICA "Protagonistas de la Antigua Grecia" [1ºESO - Cultura Clásica].
Cine: Alejandro Magno (1956) y (2004).
FUENTES: UNED 1 y 2, XTECCAIS, Emerson Kent, y Awesome stories.
ESPINOSA, Y. y MUÑOZ, M. R. (1997): Cultura Clásica, ESO, Segundo Ciclo, Akal, p. 39.