"El bufón Calabacillas" (1639), por D. Velázquez
Diego
Velázquez nació en Sevilla el 6 de junio de 1599. Procedente de una familia
burguesa sevillana, fue el mayor de seis hermanos. Entre 1611 y 1617 trabajó
como aprendiz en el taller del que sería su futuro suegro, Francisco Pacheco,
pintor manierista y autor de un importante tratado titulado El arte de la
pintura. Durante sus años de aprendizaje, aprendió el naturalismo
tenebrista imperante en su época, derivado del realismo italiano y del
flamenco. Sus obras más tempranas, realizadas entre los años 1617 y 1623,
pueden dividirse en tres categorías, el bodegón (objetos de uso cotidiano
combinados con naturalezas muertas), retratos y escenas religiosas. Muchas de
sus primeras obras tienen un marcado acento naturalista, como La comida,
bodegón que puede considerarse como la primera obra independiente del maestro.
En sus bodegones, como El Aguador de Sevilla los magistrales efectos de luz y
sombra, así como la directa observación del natural, llevan a relacionarlo
inevitablemente con Caravaggio. Para sus pinturas religiosas utilizó modelos
extraídos de las calles de Sevilla, tal y como Pacheco afirma en su biografía
sobre Velázquez. En La Adoración de los Magos las figuras bíblicas son, por ejemplo, retratos de miembros de su familia
incluido su propio autorretrato. Fue también un pintor conocido en los círculos
intelectuales de Sevilla, uno de los cuales, la Academia de Artes, fue dirigida
de manera informal por Pacheco. En dichos encuentros, tuvo la ocasión de
conocer a personalidades de su tiempo como el gran poeta Luis de Góngora y
Argote. Esos contactos fueron importantes para sus obras posteriores
sobre temas mitológicos o clásicos. En el año 1621 realizó su primer viaje a
Madrid (tal y como Pacheco nos dice) para, presumiblemente, conocer en persona
las colecciones reales y probablemente para buscar, sin éxito en esta ocasión,
un puesto como pintor de corte.
Sin
embargo, en el año 1623 regresó a la capital para pintar un retrato del rey
Felipe IV y el monarca le nombró su pintor de cámara.
Este lienzo fue el primero de una serie de retratos soberbios y directos, no
sólo del rey, sino también de la familia real y otros miembros de la corte, ya
que realmente, su principal ocupación en la corte era la de retratar, aunque
también abordó temas mitológicos como El triunfo de Baco [Pradomedia], popularmente llamado,
Los borrachos. Esta escena de bacanal en un
paisaje abierto, en la que el dios del vino bebe junto a los borrachos,
atestigua el interés del artista por el realismo. En el año 1628 Petrus Paulus
Rubens llegó a la corte de Madrid en misión diplomática y entre los pocos
pintores con los que trabó amistad estaba Velázquez. Aunque el gran maestro
flamenco no causó un decisivo impacto sobre la obra del pintor, sus
conversaciones le impulsaron a visitar las colecciones de arte en Italia que
tanto admiraba Rubens. En agosto de 1629 abandonó Barcelona rumbo a Génova y
pasó dos años viajando por Italia. De Génova se dirigió a Milán, Venecia,
Florencia y Roma, regresó a España desde Nápoles en enero de 1631. En el
transcurso de este viaje estudió de cerca el arte del renacimiento y de la
pintura italiana de su tiempo. Algunas de las obras realizadas durante sus
viajes dan muestra de la asimilación de estos estilos, un ejemplo
representativo es su La túnica de José y La fragua de Vulcano [Pradomedia], que combinan los
efectos escultóricos miguelangelescos con el claroscuro de maestros italianos
tales como Guercino y Giovanni Lanfranco.
Velázquez de cerca
De vuelta a España, reanudó sus
encargos como retratista de corte con la obra Príncipe Baltasar Carlos con un
enano imagen conmovedora del príncipe,
quien moriría antes de alcanzar la mayoría de edad. Desde la década de 1630
poco se conoce acerca de la vida personal del artista a pesar de que su ascenso
en círculos cortesanos está bien documentado. En el año 1634 llevó a cabo el
programa decorativo del Salón de Reinos en el nuevo palacio del Buen Retiro.
Constaba de 12 escenas de batallas, junto a retratos ecuestres en los que las
tropas españolas habían resultado victoriosas. En esta obra no sólo intervino
Velázquez, sino otros artistas de prestigio. Incluyó en este ciclo de batallas
el cuadro titulado Las lanzas o La rendición de Breda [Pradomedia] que retrata al general español Spínola, después de sitiar las ciudades del
norte en el año 1625, recibiendo las llaves de la ciudad de manos del
gobernador. La delicadeza en la asombrosa manera de ejecución la convierte,
como obra individual, en una de las composiciones históricas más célebres del
arte barroco español. Hacia
1640 pinta
los retratos de caza de la familia real para la Torre de la Parada, un pabellón
de caza cerca de Madrid. Perteneciente a la década de los últimos años de 1630
y principios de 1640 son los famosos retratos de enanos de corte que reflejan
el respeto y la simpatía con que eran tratados en palacio. Velázquez pintó
pocos cuadros religiosos, entre ellos destacan el Cristo Crucificado [Pradomedia], La coronación de la Virgen y San Antonio Abad y san Pablo primer ermitaño, todos ellos en el Museo del Prado.
Durante los últimos años
de su vida, trabajó no sólo como pintor de corte sino también como responsable
de la decoración de muchas de las nuevas salas de los palacios reales. En el
año 1649 regresó de nuevo a Italia, en esta ocasión para adquirir obras de arte
para la colección del rey. Durante su estancia en Roma (1649-1650) pintó el
magnífico retrato de Juan de Pareja así como el inquietante y profundo retrato del Papa Inocencio X, recientemente exhibido en Madrid. Al poco tiempo fue
admitido como miembro en la Academia de San Lucas de Roma. Su elegante Venus del espejo data probablemente de esta época. Las
obras clave de las dos últimas décadas de su vida son Las hilanderas o La fábula de Aracne [Pradomedia] composición sofisticada de
compleja simbología mitológica, y una de las obras maestras de la pintura
española Las Meninas o La familia de Felipe IV
[Pradomedia], que
constituye un imponente retrato de grupo de la familia real con el propio
artista incluido en la escena. Velázquez continuó trabajando para el rey Felipe
IV, como pintor, cortesano y fiel amigo hasta su muerte acaecida en Madrid el 6
de agosto de 1660. Su obra fue conocida y ejerció una importante influencia en
el siglo XIX, cuando el Museo del Prado la expuso en sus salas.
Velázquez from Ana Rey
D. Velázquez y selección de obras por Wikipedia, Museo del Prado, Algargos, J. Rubio Núñez, Biografías y vidas, The complete works, Enseñ-arte, Ciudad de la Pintura, Google Art Project, Web gallery of art, Olga´s gallery y Junta de Andalucía.
Análisis de la obra Las hilanderas por L. Redondo Bonet; y MÉNDEZ ZAPATA, G. (2006): Las principales obras de Velázquez explicadas en fichas y descarga alternativa en powerpoint.
Audiovisuales "La Venus del espejo" de La vida privada de las obras maestras; "Velázquez, pintor de pintores", "Velázquez" de Grandes artistas, "Velázquez, variaciones", "A restored Velázquez", "Las meninas" de La mitad invisible; "V. pintor de pintores", "V. en el Museo del Prado", "Las meninas en 3D", "Pablillos de Valladolid", "Vista del jardín de la Villa Médicis en Roma", "El príncipe Baltasar Carlos de caza", "Mercurio y Argos" y "Las hilanderas".
Análisis de la obra Las hilanderas por L. Redondo Bonet; y MÉNDEZ ZAPATA, G. (2006): Las principales obras de Velázquez explicadas en fichas y descarga alternativa en powerpoint.
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Podcast "V., el pintor científico".
PRÁCTICA "Arte del Renacimiento-Barroco Repaso" (4º ESO).
FUENTES: El poder de la palabra y Museo del Prado.