Actualizado a 08 de abril de 2024

El Imperio Bizantino

Mosaico de Costantino IX Monomaco y Zoe, en Santa Sofia (s. XI)

A principios de su reinado, Justiniano [I] estuvo a punto de ser derribado por una sublevación. El 18 de enero del año 532, el emperador se encontraba en el Hipódromo donde según la costumbre, los espectadores aplaudían, unos a los aurigas del Partido Azul, otros a los del Verde. Justiniano apoyaba a los Azules, y los partidarios de los Verdes perturbaban los juegos con sus gritos. Al final, Justiniano, exasperado, los trató de borrachos. Ellos replicaron tratándole de asno, de bruto y de idólatra. La policía detuvo algunos; pero sus amigos les liberaron y, por una vez, Azules y Verdes se reconciliaron contra el emperador. Muy pronto, una parte de la ciudad ardió. Esto duró 5 días y los sediciosos proclamaron un nuevo emperador al grito de Nika, que en griego significa "victoria". [...] A una orden suya, su general Belisario, se dirigió al Hipódromo. Forzó las puertas y viendo al pueblo amontonado en desorden, sacó su espada y ordenando a sus soldados hacer lo mismo, argó contra la multitud. Más de 30.000 personas fueron masacrada y la rebelión fue vencida. PROCOPIO DE CESAREA (562): Historia secreta.

Mapas evolución del Imperio Bizantino.

El César emperador, Flavio Justiniano, piadoso, afortunado, célebre, conquistador y triunfador, siempre Augusto, a Triboniano, su cuestor, ¡salud!. Con la ayuda de Dios, que gobierna nuestro Imperio que su Celestial Majestad nos ha confiado, hemos guerreado con éxito, hemos mantenido la Constitución del Estado y tenemos tal confianza en la protección de Dios todopoderoso que […] ponemos nuestra fe en la providencia de la Santísima Trinidad […] Ya que no hay nada que merezca más nuestro respeto que la autoridad de la ley, que regula adecuadamente tanto los asuntos divinos como los humanos y elimina toda injusticia, hemos entendido que procede realizar la acomodación del Derecho que hemos recibido desde la fundación de Roma y que hoy supera por su extensión y complejidad la capacidad de la mente humana. Por ello, hemos decidido comenzar por el examen de las disposiciones promulgadas por los venerados príncipes que nos han precedido en orden a corregir sus constituciones y hacerlas comprensibles de modo que, una vez que se haya suprimido todo lo que resulte superfluo o esté en discordancia, puedan ser recogidas en un único Código que proporcione a los hombres la seguridad de su verdadero significado. JUSTINIANO (530): Corpus Iuris Civilis.

Bajo la inspiración del Espíritu Santo, hemos comprendido que el reprobable arte de pintar criaturas vivas constituye una blasfemia contra la doctrina fundamental de nuestra salvación, esto es, la Encarnación de Cristo. ¿Qué pretende ese loco pintor que, con sus sucias manos, trata de representar aquello que sólo puede ser creído en el corazón y confesado con la boca? Él pinta una imagen y la llama Cristo. El nombre de Cristo significa Dios y Hombre. Por tanto, se atreve a pintar la divinidad, que no puede ser representada. Los que hacen esto suelen excusarse diciendo: "Nosotros sólo representamos el cuerpo humano de Cristo". Pero, ¿cómo se atreven esos locos a separar el cuerpo de Cristo de su divinidad? Al hacerlo, caen en un abismo de impiedad porque atribuyen al cuerpo una existencia por sí mismo con lo que están introduciendo una cuarta persona en la Trinidad. CONSTANTINO V (718-775).

En aquellos días, los príncipes de los eslavos de Moravia se dirigieron al emperador bizantino Miguel III [842-867] y le dijeron: "Nuestro país está ya bautizado pero carecemos de maestros que nos expliquen los libros sagrados, ya que no comprendemos la lengua latina ni la lengua griega en que están escritos. Por ello, no podemos entender ni la letra ni el sentido de la Escritura. Envíanos, te rogamos por ello, maestros que sean capaces de hacernos entender las palabras de tales libros y su sentido". [El emperador atendió la petición de los príncipes eslavos y envió a los dos hermanos Metodio y Cirilo]. En cuanto los dos hermanos llegaron, crearon las letras del alfabeto eslavo y tradujeron los Hechos de los Apóstoles, los Evangelios y otros libros, con lo que los eslavos pudieron entender en su propia lengua las grandezas de Dios. Algunos descontentos empezaron a murmurar contra los dos hermanos alegando que "Ningún pueblo debe tener otro alfabeto que el hebreo, el griego o el latino, los tres idiomas en que Pilatos escribió la inscripción que hizo colocar sobre la cruz del Señor". El Papa [Juan VIII] reprendió a los descontentos, diciendo: "Que se cumpla lo dicho en las Escrituras: ¡que todas las lenguas alaben a Dios!". NÉSTOR, (1113): Crónica de Néstor o Crónica de los Eslavos del Este.

"Imperio Bizantino" de Reporteros de la Historia

¡Hijo!, no descuides el estudio de los asuntos presentes pero infórmate también de los futuros de forma que puedas acumular la experiencia necesaria para llevar a buen término tus empresas […]. Porque pienso que si el saber es bueno para todos los súbditos, con más razón, debe serlo para ti que tienes que cuidar de la seguridad de todos y ser vigía y capitán del navío de este mundo […]. Te confesaré que mi preocupación no ha sido estudiar para hacer ahora un despliegue de brillante retórica o elegante estilo sino, precisamente, para poder enseñarte las cosas que no debes ignorar. Por ponerte un ejemplo, te diré que siempre es bueno para el emperador de los Romanos [bizantinos] mantener la paz con los Pechenegos y firmar pactos y tratados de amistad con ellos, enviándoles cada año una embajada con buenos regalos a cambio de garantías suficientes por su parte en forma de rehenes y embajadores que,al llegar a esta ciudad de Constantinopla, protegida de Dios, recibirán los beneficios y regalos que el emperador esté dispuesto a concederles. Y todo ello porque esta nación de los Pechenegos vive al lado de nuestro distrito del Quersoneso y, si no los mantenemos en nuestra amistad, realizarán incursiones y expediciones de saqueo por todo aquél y por sus regiones limítrofes. CONSTANTINO VII PORFIROGENETA (950): Tratado sobre la administración del Imperio.
Tan pronto como consiguió el poder, Isaac I Comneno comenzó a preocuparse por los gastos del Imperio, especialmente, los ocasionados por el ejército. Ésa fue la razón por la que trató de recoger dinero de los ricos propietarios y gravó a los que debían al Estado. Después, bloqueó los impuestos que algunos funcionarios recogían, especialmente, cuando lo hacían por pura codicia. El emperador administró con sabiduría e incrementó las posesiones reales. Con este objetivo expolió a muchos ciudadanos sus propiedades sin darse por enterado de los crisóbulos [certificados de propiedad no sujeta a impuesto] existentes, que son la principal razón que crea tiranos. Además, [el emperador] se ocupó de las instituciones de beneficencia que, aun siendo poderosos y ricos terratenientes, no aportaban nada al tesoro real, en especial, los monasterios, con cuyas riquezas incrementó la hacienda imperial. Para quienes ven las cosas de forma superficial, estas acciones eran no sólo ilegales sino incluso sacrílegas, pero, para quienes las juzgan con mayor profundidad, no resultaban descaminadas. Al fin y al cabo, aquella iniciativa resultó útil para las dos partes. Del lado de los monjes, éstos se veían libres de la tentación de cometer actos impropios de su modo de vida, uno de cuyos principios era precisamente la renuncia a la propiedad. Y del lado de los campesinos, éstos se liberaban de los duros trabajos que les imponían unos monjes deseosos de mantener el tren de vida que sus ricas posesiones les permitían y que solían asegurarse en los tribunales de justicia, donde, gracias a su poder y riqueza, conseguían someter a quienes pleiteaban con ellos. Así, por estos diversos medios, el Tesoro público aumentó el número de sus contribuyentes e incrementó sus recursos. ATTALIATES,  Miguel (1080): Historia.

Constantinopla y Recreación, por Bizantium 1200.

Por lo que toca a los fundamentos del Imperio y a los ciudadanos prudentes, [Constantinopla] es una ciudad cristiana y ortodoxa. Pero en lo que se refiere a Miguel [I Cerulario], al que se ha concedido de forma arbitraria el título de patriarca, y a los partidarios de sus errores, hay que advertir que se dedican a expandir todos los días por la ciudad gran cantidad de gérmenes de herejía. Al igual que los simoníacos, venden el don de Dios […] Como los nicolaítas, autorizan y defienden el matrimonio de los ministros del altar sagrado […]; como los neumáticos y los teumáticos, han suprimido del Credo la procedencia del Espíritu Santo del Hijo, como los maniqueos. Dicen, entre otras cosas, que el pan fermentado puede ser empleado en los ritos litúrgicos […]; y, al dejarse crecer el cabello y la barba, niegan la comunión al que se corta los cabellos y, según las prescripciones de la Iglesia romana, se afeita la barba. […] Por ello, viendo cómo la fe católica recibe múltiples ataques, por la autoridad de la Sede apostólica, cuyos mandatarios somos, de todos los Padres ortodoxos de los siete Concilios y de toda la Iglesia católica, firmamos el anatema que el muy venerable Papa [León IX] nuestro señor había pronunciado contra Miguel, si no se arrepentía. Bula de excomunión firmada por el cardenal Humberto de Silva Cándida (16 de julio de 1054) [Cisma de Oriente].

Mosaicos imperiales de San Vital de Rávena

Nicéforo Grégoras no pudo mantenerse quieto ni antes ni después. Escribió desde el comienzo a los amigos que tenía en Trebisonda, que la Iglesia de Constantinopla había abandonado la sana doctrina y que había que separarse de ella como de una corrompida. Escribió eso mismo a los amigos que tenía en Chipre, entre otros a uno llamado Juan Lapita, y no contento con arrastrar a la gente contra la Iglesia en general, lo hizo por su parte contra sus ministros en particular, acusándolos de falsos crímenes y falsas herejías. Su intolerancia llegó a tales excesos que, al no poder ser disimulada, el Emperador y el Patriarca, para impedir que se perdiera él y que perdiese a otros, prohibieron a los monjes del Monasterio del Salvador, donde vivía desde hacía tiempo, dejarle hablar o escribir a nadie. Pero, a pesar de los obstáculos puestos contra sus deseos, no dejó de desgarrar a la Iglesia y al Emperador en furiosos escritos. JUAN VI CANTACUCENO (1354-83): Historia.

La çiudat de Costantinopla es muy bien çercada de alto muro e fuerte e de fuertes torres e grandes  [...] E las dos partes de ella cerca lamar e la otra la tierra. E al un cabo, a la esquina que non cerca el mar, en un alto, están los palacios del Enperador. E como quier que la çiudat sea grande e de grand cerca, no es tan bien poblada, ca enmedio de ella ha muchos oteros e valles en que ha labranças de panes e de viñas e muchos huertos, e do están estas dichas huertas hay casas commo barrios e esto es en medio de la çiudat. Lomás poblado de ella es en lo baxo, a rayz de la çerca que va junto con elmar, señaladamente a las puertas que son en derecho de la çiudat de Pera, por las fustas e navíos que ally llegan a descargar e porque los de la una çiudat e de la otra pasan a fazer sus mercaderías e fazenlas allí, en derecho de la mar. Otrosy, por esta çiudat de Constantinopla ay muy grandes edefiçios de casas e de yglesias e de monesterios que es lo más de ello todo caydo, e bien paresçe que en otro tiempo, quando esta çiudat estaba en su virtud, que era una de las nobles ciudades del mundo. E disen que oy en dia ha en esta çiudat bien tres mill iglesias entre grandes e pequeñas. E dentro en la çiudat ha fuertes pozos de agua dulçe. RUY GONZÁLEZ DE CLAVIJO (1406): Embajada a Tamerlán.


Arte bizantino from Tomás Pérez Molina

Imperio Bizantino por Wikipedia, Gloria de Roma, Arre caballo, y Byzantium, y VASILIEV, A. A. (1928): Historia del Imperio Bizantino, en tomos Primero y Segundo.
Lista Emperadores Bizantinos.
Monográfico "La caída de Constantinopla", por Biblioteca Miguel de Cervantes.
Sociedad Española de Bizantinística.
Audiovisuales "Bizancio" de Imperios, "
Historia del Imperio Bizantino", por Esto es otra Historia; "Bizancio: El imperio perdido", y "Justiniano el Grande y el Imperio Bizantino" de A. Domínguez Monedero en Fundación Juan March; y "El secreto del fuego griego" de Academia Play.
Podcast "Justiniano, Belisario y la Renovatio Imperii" de Medievalia; y "La primera caída de Constantinopla (1204)", "El Imperio Nicénico", "La caída de Constantinopla (1453)" en capítulos 1 (Comienza el asedio), 2 (asalto al Cuerno de Oro), 3 (resistencia) y 4 (caída) de Terranova.
Numismática bizantina por Tesorillo, WildwindsNumismática París y Numischannel en partes Primera (498-867), Segunda (867-1092) y Tercera (1092-1453).
Arte Bizantino por Ana Rey (ArquitecturaMosaicos y Artes figurativas), ClasesHistoria, ExplicarteJ. A. Manzaneque
"Santa Sofía" de Academia Play; y "La inamovible Santa Sofía".
Elaboración de iconos bizantinos por Taller Mhega.
PRÁCTICAS:
FUENTES: GARCÍA DE CORTÁZAR, J. A. y SESMA MUÑOZ, J. A. (2014): Manual de Historia Medieval; y Alternate History.